Cuando era niña mi papá siempre me decía que el Desayuno era la comida más importante del día. A mí no me gustaba desayunar, odiaba la leche, y además me levantaba sin hambre. Era una lucha diaria que ahora recuerdo a menudo cuando le digo las mismas cosas a mi hija adolescente…porque la vida es así de cíclica 😊
Aunque estudié Psicología, los temas relacionados con Nutrición, Salud, y Cocina siempre me han apasionado, y desde muy, muy jovencita, leía e investigaba de estas cosas. En algún momento me convencí de lo importante que es desayunar, y alimentar apropiadamente a tu cuerpo después de todas esas horas de ayuno mientras dormimos. No me fue fácil incorporar ese hábito, y aún más difícil, ser capaz de disfrutarlo, pero puedo decir que ya estoy en ese punto en que mi cuerpo pide desayunar, y se complace en hacerlo.
Hay personas que pueden comer lo mismo cada día al despertar, y son felices. Me encantaría ser así, pues eso sin duda alguna facilitaría bastante mis mañanas. Pero me aburro con facilidad de comer lo mismo, así que me toca ponerme creativa.
Esta receta nació como resultado de un par de mezclas que hice en mi cabeza hace algún tiempo atrás, inspiradas por un postre que pidió mi esposo en un restaurante y un pudín que preparé en alguna ocasión. La hice para experimentar y me encantó el resultado, así que decidí compartirla por acá. Además tiene una gran ventaja y es que -si quieres- puedes prepararla la noche anterior, y por la mañana sólo hornearla…me encantan las recetas que te permiten prepararlas con antelación!
Me reí mucho al escribir este post porque pensé que esto era un invento mío y cuando me puse a mirar por Internet, pues veo que hay miles de recetas parecidas. Pues bueno, les comparto la mía, ¡espero que la disfruten tanto como la disfrutamos acá!
- 1 barra de pan cortado en lascas mas gruesas que el pan de sandwich. Puedes usar casi cualquier pan pero yo recomiendo pan francés o pan de pasas. También queda muy bien con pan integral.
- 11/2-2 tazas de leche
- 1 cucharada de sirope de maple (puedes sustituirlo por azúcar)
- 3 huevos
- 1 cucharada de vainilla
- 1/4 taza de mantequilla
- canela y nuez moscada al gusto
- Embarra abundantemente con mantequilla el molde que vayas a utilizar para hornearlas (preferiblemente de cristal si lo vas a dejar preparado la noche antes)
- Bate la leche, los huevos, el sirope de maple y la vainilla. Yo lo hago en batidora porque me gusta que el huevo se disuelva completamente, pero puedes hacerlo también a mano.
- Ahora vas a ir montando en tu molde ya engrasado con mantequilla las rebanadas de pan, haciendo una primera capa.
- Añádele la mezcla de leche y huevos tratando de cubrir y mojar bien todas las rebanadas.
- Espólvorealas generosamente con canela y un poquito de nuez moscada (si te gusta)
- Procede a poner la segunda capa de rebanadas de pan. Échale por encima el resto de la mezcla de leche y huevos y espólvorealos con las especies
- Tápalo muy bien, y guardalo en el refrigerador durante la noche.
- Por la mañana precalienta el horno a 350F (175C) y hornéalo por 45 minutos aproximadamente. Si te gusta menos húmedo puedes dejarlo hasta 1 hora, siempre vigilando que no se te seque demasiado.
- Para servirlo puedes agregarle sirope de maple o miel por encima, si lo prefieres más dulce. También puedes ponerle leche condensada. Esto depende del gusto de cada persona, y también de si le añadiste frutas, pues estas ya son dulces.
¿Postre o Desayuno? Las Tostadas Francesas al Horno pueden ser lo que tú quieras http://t.co/zaQwRL9D7B