El pollo es una carne blanca, con poca grasa y supuestamente bastante saludable. Y digo supuestamente porque hace algún tiempo hay mucho debate con este asunto ya que muchos opinan que con la cantidad de hormonas y antibióticos que le inyectan a los pollos, y la manera en como se crían y alimentan, ya no son nada saludable. Entonces se recomienda comprar pollo de granja, que se críen libremente y se alimenten de manera tradicional. O también pollos orgánicos que cumplan con estas normas de crianza. El asunto está en que esos obviamente tienen un precio más elevado, y no siempre está al alcance de nuestro bolsillo. En fin… Lo cierto es que en casi todos los hogares se consume pollo con bastante frecuencia, y creo que a más de una nos ha pasado que ya no sabemos de que forma cocinarlo para variar un poco. Esta receta le da un toque diferente y la verdad es que no es nada difícil de preparar. Además nos deja con un par de tazas de caldo de pollo que podemos usar en otra comida, ya sea preparando una sopita, o usándolas para un rico arroz con pollo
- 2 pechugas de Pollo
- 1/2 Cebolla
- 1 ó 2 hojas de laurel
Para el adobo:
- 6-7 dientes ajo
- 1 taza de jugo de naranja agria (o combinación de naranja dulce y limón)
- 1/2-1 cucharada de sal
- Comino (al gusto)
- Pimienta (una pizca si gustas)
Aparte vamos a usar:
- 1 cebolla blanca mediana
- 2-3 cdas de aceite
- Primero vamos a hervir las pechugas de pollo con la cebolla, y la hoja de laurel. Usualmente necesitas agua suficiente para cubrir las pechugas.
- Puedes cocinarlas en una cazuela o en olla de presión, sólo ten presente que si usas olla de presión debes usar un poco menos de agua.
- Una vez que están blanditas, las desmechas o ripeas, ayudándote de dos tenedores. O también puedes esperar que se refresquen un poco y hacerlo con las manos. A mí me gusta desmecharlas finitas, y en hebras más bien cortas, pero eso depende del gusto de cada persona.
- Mientras las pechugas se cocinan vas a preparar el adobo. Para hacerlo mezcla bien el ajo machacado, junto con la naranja agria y la sal.
- Pon este adobo sobre el pollo ya desmechado o ripiado y déjalo un rato para que se impregne de sabor. Yo lo he dejado tanto como 4 horas y otras veces apenas 1 hora pues he estado con apuro.
- Una vez que estás lista para cocinarlo, vas a escurrir muy bien el pollo (sin botar ese adobo) y ponerlo sobre un plato grande o una bandeja.
- A mi me gusta secarlo un poco presionando papel toalla sobre él, pues así queda más tostadito, pero otra vez, esto varia según el gusto o preferencia de quien lo haga. No es un paso obligatorio.
- Pon a calentar el aceite en una sartén y cuando está bien caliente añade el pollo.
- Es muy importante que cocines solamente una capa de pollo, si tu sartén no es grande, lo puedes hacer en dos partes,
- Cocina el pollo de 3 a 4 minutos sin revolverlo, la idea es que se fría o tueste por cada lado. Una vez que esté tostadito o semi quemadito, lo viras para que se tueste por el otro lado.
- Cuando esté casi listo, añade la cebolla picada en ruedas finas y ahora sí revuelve todo por 1 o 2 minutos para que la cebolla se cocine.
- A continuación añade un poco del adobo que reservaste y continúa revolviendo. Dejalo en la candela hasta que el adobo haya sido absorbido y el pollo esté tostadito.
- Sírvelo inmediatamente. Puedes acompañarlo de un congrí bien sabroso, o de arroz blanco y frijoles negros.